RESEÑA: EL QUINTO INFIERNO (BILOGÍA DOBLE O NADA II) DE VERÓNICA L. SAUER

by - miércoles, febrero 03, 2016


Sinopsis:

“—Creo que si hay piel y cerebro, todo es posible. Que si una mirada o una sonrisa te excitan más que unas manos o una lengua, no hay límites —le digo, convencida—. Y que si existe esta clase de deseo que me tiene pegada como una figurita a tu cuerpo sin necesitar nada más, las posibilidades de erotismo son infinitas, Martín Lasalle…” 
Luego de vivir un romance con ribetes sadomasoquistas junto a Hernán en “Séptimo Cielo”, Ana se va a la costa para escribir el guion de su novela. 
Muy cerca de allí, en una finca llamada “El Quinto Infierno” veranea Martín, el primo de Hernán. Una silla de ruedas no logró que desistiera en su empeño de ser feliz, y tampoco impedirá que Ana se sienta subyugada por su encanto. 
En ese lugar confluyen los tres la última noche del año, y un cúmulo de acontecimientos imprevistos hará que la culpa se enfrente con el amor. 
Al igual que diez años atrás, dos hombres lucharán por el amor de una mujer. 
Pero en esta ocasión la culpa lleva todas las de ganar.


Mi opinión sobre el libro:

El Quinto Infierno de Verónica L. Sauer es la segunda entrega de la Bilogía Doble o Nada. En su primera entrega de la bilogía, Séptimo Cielo, nos adentrábamos en la vida de Ana, en donde por algún motivo que ella desconoce, se sumerge en un juego un tanto peligroso; un juego que la despierta, que la hace sentir mujer, que la hace sentir viva después de tanto tiempo. En esta entrega, seguimos leyendo a Ana, Hernán y Martín, esos personajes que en Séptimo Cielo nos intrigaron con su historia un tanto misteriosa y subyugante. 

En esta entrega leemos a una Ana que se conoce un poco más a si misma, que intenta elegir que camino seguir después del final de la primera entrega, tanto en su vida profesional y personal; y también leemos a un Hernán lleno de culpa, que a pesar del tiempo que pasó, no puede olvidar los errores cometidos y el haberse salido del camino y desbarrancar de la forma en la que lo hizo. 

La historia comienza justo donde terminó Séptimo Cielo. Si no recuerdan, Ana después de lo sucedido con Hernán... y Martín, decide irse a la costa para poder pensar y realizar cosas del trabajo que la hacen sentirse muy presionada, para dejar que las musas que habitan dentro suyo fluyan. 
Pero muy cerca de donde Ana se encuentra, está Tincho, Martín Lasalle, el primo de Hernán. Este se encuentra en su casa de El Quinto Infierno, como había dicho en la reseña de Séptimo Cielo, fue un personaje que me encantó y que me causaba mucha intriga y misterio, me encantó leerlo, de verdad sentí su positividad y amor a la vida, a la libertad, después de lo sucedido, a pesar de estar en una silla de ruedas. 

Esta novela me sorprendió bastante, esperaba una cosa, pero la autora daba unos giros en la historia que me dejaron con la boca abierta. A decir verdad, Verónica me sorprendió en El Quinto Infierno. No miento cuando les digo que lo leí en tan solo un día. Y es que la historia de este trio me tuvo en todo momento pegada a las páginas de esta novela. Literalmente estaba atada a mis manos, no la podía soltar. Los giros que dio la autora en la novela me sorprendieron, algunos bien o otros... no tanto. 

Me gustaron todos los personajes; no obstante, solamente logré conectar con Hernán. Ana y Martín... ay que decir de ellos. Ana desde un principio me costo mucho conectar con ella, si bien entendía por las cosas que estaba pasando me costaba conectar. Es una especie de amor/odio que le tengo. Siento que nunca fue clara con Hernán y por eso terminó como terminó la historia. Creo que se metió en un lío del que sabia le iba a costar caro. Sentí que se lavaba las manos en más de una ocasión, a decir verdad, y que no asumía que tenía un poco la culpa. Creo que metió a Hernán en una situación que, después se le volvió muy en contra, y que no supo como salir sin salir herida ella. Pero al final, no pudo hacerlo. Salio lastimada, todos lo hicieron. De alguna o otra manera. Cada vez que pienso en este personaje me entra... bronca. La culpa juega un papel muy, recontra importante en la novela. Me fue muy difícil expresarme después de leer esta entrega, cuando digo que tuve que dejar pasar algunos días para saber que iba escribir, no les miento. Así me tenía. Con pensamientos y emociones que iban de un lado a otro en mi cabeza. 

Sobre Martín, no puedo decir nada. Fue un personaje que me encantó desde un principio. Sin embargo, también siento una especie de amor/odio. No obstante, es más amor lo que siento hacia él. Si bien entendí las cosas que hizo en ese momento en el que Hernán se sale del camino, creo que se equivoco mucho. Y me dolió que el tuviera algo que ver en eso y por eso terminó como terminó, lamentablemente. 
Y Hernán... pobrecito mi Hernán. Fue un personaje que causaba en mí ternura, apego, desesperación, bronca, amor, y un montón de emociones más. Logré conectarme, sentí de verdad lo que él sentía sobre si mismo y sobre su situación con Ana y Martín. Si bien hubo algunas veces en que odiaba que fuera tan débil, tan necesitado, entendí el porque, y por eso mi empatía, mi apego a este personaje. 

Tengo que admitir que me esperaba algo diferente del final, pero después de pensarlo durante días, es lo que cada personaje se merecía, su final feliz a su manera, dada las circunstancias. Aunque no sé porque, ese final me hizo acordar al final que tuvieron Hugo, Alba y Nico de Alguien Que No Soy de Elísabet Benavent. En más de un momento, estos personajes me hacían acordar a ellos. 

Si tengo que destacar algo, es el personaje de China, la empleada de Tincho en la finca. Por dios, me moría de la risa cada vez que aparecía en escena. Le dio el toque de humor que el libro necesitaba. Y también tengo que destacar que las escenas de sexo fueran pocas y light. Se trató más sobre lo que querían los personajes para sus vida, de lo que escondían, de los secretos guardados, de los sentimientos ocultos, del amor a la vida, de rendirse, de dejar ir el pasado, de la culpa, que en el sexo en sí. 

El Quinto Infierno es una historia preciosa, completamente adictiva, súper atrapante e intensa, a la que no vas a poder soltar hasta llegar al final y vivir en primera persona que es lo que suceden con estos personajes que nos intrigaron en Séptimo Cielo. Si bien, como dije antes, esperaba algo diferente, me gustó bastante. Me fue muy difícil decidir cuantas estrellas darle, pero todavía les juro que me cuesta pensar en la novela y no sentir las cosas que siento. Nunca antes una historia me hizo sentir así. Rara. 

Sin dudas, no pienso perderle a la pista a esta autora. 

Estrellas:
3.5/5

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